martes, 8 de febrero de 2011

Hemeroteca: Ha muerto el escultor Victorio Macho

Toledo, 13. (Crónica de nuestro corresponsal,Luis MORENO NIETO.) —

A las once menos tres minutos de la mañana de hoy, en su casa-museo de la Roca Tarpeya, colgada como un nido de águilas sobre los peñascos que abrazan al Tajo, ha muerto —a los 79 años— el genial escultor Victorio Macho.

Hace sólo unas horas hemos contemplado su cadáver tendido a los pies de la estatua de su madre, su obra
cumbre, a la que acariciaba siempre que penetraba en la estancia con sus manos suaves, palpitantes de cariño, que ahora abrazan, yertas, un pequeño crucifijo.

Victorio, Macho sufría de miocarditis senil desde hacía tiempo, pero no era suficiente la dolencia para alejarle de su trabajo, y hasta el sábado último estuvo en el estudio y retocó su última obra, el busto de Raúl Porras, que fue ministro del Perú y embajador de su país en Madrid.

Hacía unos días que el obispo auxiliar, doctor Granados García, estuvo en su casa y le administró la Sagrada Comunión. Anoche se acentuó su insuficiencia respiratoria y en las primeras horas de esta mañana fue apagándose lentamente su vida.

Rodeaban su lecho, en el momento de morir, su esposa, doña Zoila Barros Conti, hija del que fue eminente personalidad peruana,doctor Osear Barros; su sobrino Ángel, su ayudante Máximo Revenga, su discípulo palentino Luis Alonso, los médicosdon Ramón Delgado y don Manuel Martínez, las hijas de éstos y el sacerdote don José María Mansilla, que le dio la Extremaunción y la absolución en el momento de expirar.

Fue luego envuelto en una sábana, y hasta que, a última hora de la tarde, ha sido trasladado a la Academia de Bellas Artes de Sdn Fernando, de Madrid, reposó en su casa-museo, junto a sus tallas y dibujos más queridos, de los que nunca quiso separarse y que mostraba orgulloso a cuantos amigos le visitaban.
El gobernador civil —que ha declara- . da día de luto en la provincia—, el presidente de la Diputación y el alcalde fueron las primeras autoridades en testimoniar su condolencia a los familiares.

Poco después empezaron a llegar centenares de telegramas de pésame. La ciudad se ha conmovido profundamente, porque los toledanos admiraban y querían a Victorio Macho. El decíaque Toledo era su novia, una novia a la que todo se da y de la que nada se espera, sino es contemplarla con romántico embeleso, una y otra vez, de noche y de día, asomado al mirador de su casa-museo. Aquí vivió doce años.Viajero trotamundos de dos continentes, no llegó a Toledo para descansar, sino para trabajar, para seguir creando obras de las que se seguirá hablando cuando pase este siglo.

Aquí en Toledo realizó una de sus obras más ambiciosas, el sepulcro monumental de Menéndez Pelayo para la catedral de Santander. Aquí abocetó la estatua del doctor Marañan y talló su busto, como también la medía estatua broncínea de su esposa. Aquí también dio forma en el barro a los nobles rasgos del sabio don Ramón Menéndez Pidal, quien a los 92 años vino a Toledo para ser modelo de Victorio Macho. Quiso el
genial escultor crear aquí un museo que será otro de los que integren el gigantesco patrimonio artístico de la ciudad.Y también quiso edificar aquí un estudio amplio, colgado junto a las rocas,al borde mismo del río, donde él pudo trabajar holgadamente y donde ha muerto. Palentino de nacimiento, fue también toledano de corazón, y Toledo llora hoy su muerte igual que su ciudad natal,parque los héroes, los santos y los artistas geniales como él, no son solamente de donde nacen, sino de donde mueren.

La Vanguardia, 14 de Julio de 1966

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