viernes, 4 de febrero de 2011

El polémico Cristo del Otero

En Julio de 1927, por mediación directa del arquitecto diocesano Jerónimo Arroyo, se encarga el proyecto a Victorio Macho. Dos meses después estaban ya dispuestos y preparados para exponer al pueblo de Palencia los bocetos y el presupuesto. Por aquel entonces, el ilusionado escultor pensaba que la ejecución de su Dios de 20 metros de alto sería inmediata, pero tras la exposición de los bocetos en la catedral, el proyecto fue rechazado y Macho abandonado.



Al cabo del tiempo, se convoca un concurso que resolviera esto pero, al quedar desierto, resolvieron solicitar a Victorio Macho la revisión de su proyecto original.Éste acepta y adapta la suma recaudada por suscripción popular para izar un Cristo monumental como fuese. Las manos y los brazos han de encogerse a media altura, ante el gran concierto de la eternidad, según justificarán después expertos locales.



Según el historiador José Luis Sánchez, la prensa local silencia la noticia hasta mucho después de que Victorio Macho concluyera, con profundas alteraciones, el Cristo del Otero el 26 de Octubre de 1930, festividad de Cristo Rey. Su promotor, el Obispo Parrado, no celebrará el acontecimiento en privado hasta pasado un año (se ha dicho que en privado porque los aires de la recién instalada Segunda República eran contrarios; no fue así exactamente y lo comprenderemos a continuación: Heliodoro Gallego ha hecho algo parecido con la reforma del Salón). Entretanto, Macho sufre una decepción indeclinable, aunque evitará el menor comentario en sus memorias.

Fuente: El Norte de Castilla.

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