martes, 8 de febrero de 2011

Hemeroteca: Carta de despedida de Victorio Macho

El ilustre escultor Victorio Macho, al ser evacuado a Valencia, ha publicado en la Prensa, la siguiente carta:

«El Gobierno de la República española y la Junta de Defensa de Madrid, han encomendado al quinto regimiento, la organización de una expedición que aparte del peligro de los bombardeos de los aviones fascistas, a un grupo de
hombres dedicados a la ciencia y a! Arte.

Noble rasgo, en e1 que para nada se ha tenido en cuenta la ideología de cada uno de aquellos. Magnífica lección para quienes puedan y sepan recogerla.

Yo deseo hacer constar, a la vez que mi profundo agradecimiento, que no salgo de Madrid por propia voluntad, sino en cumplimiento de un deber de ciudadanía.

Mi vida y mi espíritu están, aquí, sobre este gran yunque puesto al rojo, sobre este bloque de acero de temple prodigioso, donde se esta fraguando la nueva España.

Estaba yo aquí junto al pueblo, soportando con él un huracán de barbarie, no estoicamente, porque esto del estoicismo no fue jamás cualidad de artistas, sino, por el contrario, desnudo y en carne viva, con los nervios tensos como arcos prontos a disparar y el espíritu encendido.

Y es que yo, nacido de la entraña popular, no soy más, pero tampoco soy menos que pueblo también; y quizás por ello me sienta capacitado para la creación.Del pueblo fue Emilio Barran, que además de escultor, supo ser héroe. Y siempre serán del pueblo los héroes, los artistas y los hombres de sentimientos eíevados.

En estos cuatro meses largos de martirio, de glorificación del pueblo de Madrid, no hice otra cosa que acumular dolor sobre mis hombros. Pudiera decirse que yo mismo no soy ya sino dalor. ¡A mi sí que me duele España de verdad,
y no al modo literario y ególatra que le dolía a un falso profeta qua murió en Salamanca! No podrán borrarse de mí estas escenas horripilantes, como representadas por seres tan de carne y hueso, por almas tan generosas y geniales.

Los antros infernales imaginados por Dante Alighieri ya no son para mí bellas fantasías de un gran poeta remoto. Los feroces jinetes del Apocalipsis galopan ciegamente sobre las desbocadas y trepidantes bestias negras por esta tierra sagrada y baio este cielo purísimo de España, sembrando la destrucción, el dolor, la muerte y la incredulidad de la justicia de Dios: esa justicia bíblica que quizás por venir de tan alto, tarde en llegar a nosotros"
.—Victorio Macho.

La Vanguardia Española, 4 de Diciembre de 1936.

No hay comentarios:

Publicar un comentario